domingo, 30 de diciembre de 2012

Seré

Esta vez se trata de tomar el destino por una mano y llevarlo hasta donde quiero llegar, por primera vez no lo dejaré actuar. Pondré en marcha mis pasos e idearé un plan. Hoy tengo como propósito irte a conquistar.
Esta vez seré yo quien dé el primer paso y si es necesario los siguientes 100.
Seré yo quien te invite un café y te hable del tiempo. Seré quien haga de ese un buen momento.
Seré yo quien escriba poemas que disuelvan tus penas.
Seré quien te robe sonrisas con un millón de tonterías.
Seré quien acompañe tus insomnios con algunas palabras, llenaré tus silencios y estaré atenta a tu voz.
Colmaré tus mejillas de besos y te haré saber que sin importar la adversidad del tiempo seguiré ahí dándote lo mejor de mí.
Seré quien te haga feliz.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Un amor escondido en la ciudad

¿Quién habría de creer que te encontraría tan cerca de mí?
Recorriendo las mismas calles que yo he de caminar y sin habernos topado en el pasado por una simple casualidad, llegaste a mi vida. 
No sé quién eres, ni cuál es tu pasado. Desconozco tanto de ti pero deseo tanto conocerte.
Eres como café que me calienta y como música que me sacude. Eres sencillo pero tan magnífico, así como un acorde. Eres eso que quiero para mí.
Encuentro entre tus letras cierta inocencia que me encanta y me hacen saber que un mundo se esconde tras de ti, tras tu sonrisa y tu mirada. Es un mundo en el que estoy dispuesta a adentrarme, recorrer cada camino y conocer cada rincón. 
Encajas a la perfección en mi rompecabezas y sin saberlo empiezas a formar parte de mí y hacerme mejor persona, porque sueño con ser suficiente para ti en algún momento, lo cual mantendré de forma constante hasta alcanzarlo, porque lo vales; o eso me haces sentir. 
No intento entender la razón por la que me estremeces, quiero creer que es cosa del destino o tal vez del amor. Tal vez pueda aprender a quererte y tal vez yo pueda hacerte quererme. Estoy dispuesta a conquistarte, de a poquito, sin muchas explicaciones, simplemente porque sí. Porque lo que siento es lo que siempre he querido sentir.
Sin conocerte siento necesidad de protegerte y hacerte sonreír, por lo que espero algún día ser la razón que se haga feliz.
Comprendo que es un terreno inestable y que de vez en cuando le daré rienda suelta a la ilusión pero descuida, yo sabré encontrar el equilibro para mantenerme firme hasta encontrarte.
Ahora sabes que en silencio alguien te piensa y te recuerda al ver cada noche las estrellas mientras susurra tu nombre al desear que te encuentres sonriendo ese preciso momento.

viernes, 5 de octubre de 2012

Amor carnal

Me harta esconder tras mis labios en medio de un beso la necesidad de que esos besos sean los tuyos. Tu ritmo, tu sabor.
¡Tú sí que sabías cómo estremecerme con tan solo un beso! Pequeños y delicados cuando lo necesitaba, así como habían extensos e intensos que muchas veces deseaba. ¡Vaya momentos!
Tras buscar tu esencia en otras bocas entendí que no importa cuántos labios bese, ninguno me besará como lo hacías tú.
Me fatiga escarbar pieles ajenas esperando encontrar un rastro de tus pecas y tu olor.
Me duele entender que no sólo te fuiste, sino que esta vez no corrí hasta ti para detenerte.
Tal vez hayas encontrado mejores besos, pero nunca encontrarás a alguien que ame tanto tu instinto de amante carnal, así como lo amo yo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Desaparecerte

Como si pudiese simplemente desaparecerte. Meter todos los recuerdos en una botella y verla ahogarse lentamente en el mar. Como si se tratara de un sueño, que por muy real que se sienta, sigue atrapado en un mundo de fantasía. Algo irreal.
Como si fueses simple polvo que se esparce en el viento, que vuela y que se aleja. Como un beso a distancia, que se envía pero no llega, porque pierde fuerza con cada centímetro. Como eso que siempre quise, desee y nunca tuve, pero que en algún punto de mi vida superé y dejé atrás.
Eres un mal tachón en una hoja blanca, que aún después de borrar sigues dejando marca.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Una promesa

Tumblr_mafly7taha1rcebebo1_500_large
Prometí no enamorarme de ti, pero jamás prometí no enamorarme de tu risa y tu sonrisa, de tus besos, tus ojos, tu mirada, tus abrazos, tus caricias y de caminar a tu lado mientras sostengo tu mano.
Nunca dijiste que sería tan perfecto todo esto.
Nunca dijiste que eras capaz de hacer desaparecer todo lo que hay a nuestro alrededor sólo con un beso.
Nunca dijiste que un "te quiero" de tus labios me dejaría sin palabras.
Nunca dijiste que sería tan sencillo perderse en tu mirada.
Nunca dijiste que tendría tantas ganas de romper esa promesa.
Pero lo que yo nunca te dije es que yo ya estaba enamorada.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Héroe

Una vez escuché que a veces hasta los héroes necesitan ser rescatados.
Todos necesitamos un héroe que nos rescate de lo profundo cuando caemos en la monotonía de la vida.

Entonces te encontré, o me encontraste; realmente no lo sé. Sólo sé que ahí estabas tú, dejando ver al mundo tu hermosa sonrisa; haciéndote brillante entre la multitud.
Entre cigarros y conversaciones, parecían ser interminables los minutos. Éramos tú y yo entre un ir y venir de personas que nunca hicieron que mi vista se apartara de ti.
El reloj corría en ambos sentidos, como si no quisiese que el tiempo avanzara, como si quisiera hacernos eternos en un instante. Un tiempo que era sólo para nosotros.

Como si te conociera de hace años, tus brazos me hacían sentir cómoda y segura. Amé cada instante que te sentí cerca, que te sentí mío; aunque no lo eras.
Un simple desconocido que llegó a mi vida en el momento perfecto para hacerme feliz.
La noche no podía ser interminable, aunque así se sintiera; y entonces tuve que dejarte ir, pero sabía que entre tus labios y tus manos te llevabas un poco de mí. Mientras que yo intentaba robarte un poco de tu esencia para no sentirte lejos.

Te adueñaste de mis noches e invadiste mis pensamientos. Te hiciste mi héroe y me salvaste de tristezas que escondía tras pequeñas sonrisas efímeras y suspiros que dejaba escapar cuando nadie estaba cerca. Hiciste sólo tuyas mis miradas y mis ganas de sonreír. Lograste hacer que saliera de mí aquel miedo que escondía desde hace tanto mis ganas de volverlo a intentar.

jueves, 23 de agosto de 2012

Adicta a ti

Me atacan los miedos de pensar que en un instante puedo perderte, sin siguiera conseguir tenerte.
Te me escapas como el humo del cigarro entre mis labios. Te alejas sensual y lentamente pero a fin de cuentas te vas y no regresas. Me cuesta aceptar que el aire te llevará lejos de mí.
Creí que podría conformarme con el corto pero placentero instante que durara mi cigarro mientras se consumía; así como tú. Pero no entendía que tras cada calada se volvía un vicio, una adicción que se disipaba entre mis dedos.
Intento animarme creyendo que algo de ti se quedará conmigo, en lo profundo de mi ser. Pero me haces daño, como el maldito cigarro que sé que me conviene dejar pero que no quiero abandonar porque me llenas de efímeros momentos que me hacen sonreír aunque a futuro me cobres la vida.
Hazme adicta hasta morir, culpame del daño pero sigue llenando las habitaciones con tu presencia. Si quererte tiene un precio, estoy dispuesta a pagarlo mientras tú estés aquí, entre mis dedos, entre mis labios. En mí.

       Tumblr_m984vlrxgh1qkaaboo1_500_large

miércoles, 22 de agosto de 2012

El riesgo de quererte

540352_456237894396721_605385248_n_largeQuererte fue un riesgo que yo decidí aceptar.
Te quise en silencio, te quise aun sin ser mutuo, te quise por encima de la distancia pero sobre todo, te quise sin ninguna explicación.
Sabía que al quererte le estaba abriendo paso a felicidades, como también a tristezas y decepciones. Acepté quererte aun cuando sabía que pasaría noches enteras pensando en ti y que de a momentos desesperaría entre mis ganas de tenerte. Acepté tener paciencia y mantenerme constante en el cariño. Sin presiones ni cadenas yo estaría aquí aunque me doliera.
Acepte quererte sin juzgar tu pasado y sin saberte plenamente. Acepté querer tus defectos tanto como a ti, aunque estos pudiesen hacerme enloquecer. Me mantendría fiel en mi promesa de entender y soportar.
Te quise aunque lo ignorabas e importancia no le dabas. Te quise y lo sigo haciendo aunque sé que puedo ser pasajera y que muchas veces la espera no asegura una recompensa.
Te quiero aunque siento que sobro y algunas veces piense que estorbo. Te quiero aunque no te haga falta.
Te quiero por lo que fuiste y lo que serás. Te quiero porque no me importa caminar sin saber el rumbo y sin encontrar el final si sé que en algún lugar del camino te pondré encontrar.
Te quiero sin ser suficiente, aunque te entrego todo lo que soy.
Te quiero aunque comprendo que esto puede no ser real y que si culpables he de buscar, la culpa será mía por tomar un riesgo que no pude soportar.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Deseos

Hoy llegó hasta mí una persona que con una voz algo curiosa preguntó: "¿Crees en los deseos?".
Guardé silencio y el silencio me permitió detener el tiempo unos segundos para que en lo profundo de mi mente pudiera analizar...
Tal vez desear no es una magia que con sólo anhelar se haga realidad. Desde donde yo lo veo, desear es impulsar tus ganas, tu orgullo y tu valentía a ir tras eso que pasa por tu mente al suspirar. Desear es comprender que una estrella no bajará del cielo y te llevará al lugar en el que quieres estar, ni pondrá en tus manos lo que sientes que jamás encontrarás. Tal vez un simple deseo no te entregue lo que quieres, pero te hace ver que existen razones para esforzarse y seguir adelante. Te demuestra que necesitas ser valiente para crecer y finalmente conseguir lo que has de anhelar.
Entonces... Si no creyera en los deseos, ¿qué fue lo que me llevó hasta ti?
Hoy sé que eres un sueño hecho realidad, el deseo que luché por alcanzar y el riesgo que nunca me arrepentiré de tomar.
Siempre serás el mejor deseo que he pedido.

martes, 14 de agosto de 2012

La misma historia

Conozco tu lado oscuro; te amo pero me hiere.
Me hiere amarte pero me hiere aún más no hacerlo.
Te amo por lo que eres, aunque me hieras, pero duele la manera en la que me hieres. Me culpo por amarte y te culpo por herirme aunque fui yo quién decidió amarte aún sabiendo que dolería hacerlo.
Hoy me dispongo a culparte por todo, desde el dolor hasta el amor, porque no soy lo suficientemente fuerte para aceptar que fui yo quien buscó todo lo que hoy desearía no haber encontrado.

lunes, 13 de agosto de 2012

Distancia

Tumblr_m5v54jxe8k1r5xqh9o1_500_largeEra una palabra que hasta hace poco no había tenido que conocer desde lo más profundo de su realidad. Hoy la conozco tan plena y real como lo es.
Representa más que sólo kilómetros que nos mantienen separados; representa la ansiedad, la frustración, las ganas de tenerte a mi lado y saberte imposible.
Es una enemiga, un camino, una meta. Es cada centímetro que me aleja de ti y me hace desearte cada vez más.
Se encuentra entre llamadas y mensajes haciendo miserable cada minuto que sé que no puedo tenerte. Son las ganas de correr hasta ti y saber que hay obstáculos que me lo impiden. Es quererte ciegamente por no poder verte. Es un destino que condena a mi corazón a vivir por ti, pero no estar contigo. Es un castigo, una prueba que te agota hasta el último suspiro. Es lo que recorro cada noche al cerrar mis ojos, lo que espero sea un sueño y lo que odio al despertar por saber que a tu lado no he de estar. Es lo que maldigo tras cada "te quiero" que te digo por no poder ver tus ojos al pronunciarlo. Es extrañarte desde siempre, a cada segundo y preguntarme incesantemente si tú también has de extrañarme. Es verme obligada a conformarme con abrazar tu voz y besarte sólo en sueños. Es tener que imaginarte junto a mí cada vez que voy a dormir.
Lucho contra la distancia para que no opaque el cariño y darte a ver que sólo quiero estar contigo. Intentar todo lo que puedo para llegar a ti y frustrarme al saber que no lo he de conseguir. Me vuelvo impaciente y algo terca, pero lo hago sólo porque quiero tenerte. No sabes cuanta rabia he de sentir al quererte sólo para mí y entender que yo no estoy allí para entregarte todo lo que guardo desde hace tanto para ti.
Los labios duelen por no poder besarte y mis lágrimas algunas veces también se cansan de anhelarte. Jamás pienses que no lo intento, siempre he estado allí en todo momento. Apesar de la distancia sé que te quiero y que me importas, y que aunque pase el tiempo lo seguiré haciendo. Mientras tanto seguiré intentando llegar a tu lado.

jueves, 2 de agosto de 2012

Cigarros y café

En el frío de una mañana veo la lluvia caer y pienso en ti.
¿En dónde estarás hoy, amor? ¿A dónde te llevarán tus pasos?
Pienso que debo encontrarte, así que iré por un café, encenderé un cigarro y entre su humo te buscaré.
Te imaginaré sonriendo lejos de aquí y dejaré caer una lágrima salada que hará amargo mi café. Ahogaré mis ansias de tenerte y esta marcada distancia en cada espacio de la taza. Quemaré los recuerdos y las dudas con mis cigarros y haré de este silencio la melodía más hermosa.
Devuélvele el color al cielo y el olor a mis desarregladas sábanas blancas. Devuélvele el sabor a mis labios, pero más que nada, devuélvele el brillo al sol para recalentar mis sentimientos y finalmente dejar de llorar por ti.
Devuélveme la vida que tenía sin ti.

                 574725_3891317804112_789459664_n_large

martes, 31 de julio de 2012

Una llamada

Una llamada a un poco más de media noche que me hace abrir los ojos bruscamente.
La vibración de mi teléfono me estremece. Es un número desconocido. Con los ojos entreabiertos sólo unos pocos de ellos logro diferenciar.

Como viajar en el tiempo, algunos recuerdos llegan a mi mente: la sensación del roce de mis sábanas contra mi piel, la luz roja de mi teléfono que parpadea incesantemente, la oscuridad de mi cuarto en una noche fría, la aparición repentina de una llamada de un número que no tengo registrado entre mis contactos telefónicos y hasta esa característica jaqueca con la que convivo.

Mi corazón comenzó a latir fuerte y mis manos se volvieron un poco sudorosas. Intentaba aclarar la mirada para conseguir reconocer el número que me llamaba a tan tardes horas de la madrugada. La ansiedad pudo más que la calma y decidí atender, aún sin saber quién era.

Intenté decir "¿Aló?" y no obtuve más que un fallido intento en el que mi voz se negó a salir. Aclaré sutilmente mi garganta y repetí, logrando así comenzar la conversación.

Mis pensamientos parecían ir tan rápido. Aparecían uno tras otro en mi mente.

Estaba ansiosa, nerviosa y hasta un poco desesperada. No paraba de repetirme: "¿Será él?", "¡Tiene que ser él!"

Fue entonces cuando escuché una peculiar voz que probablemente por mi ansiedad me hizo pensar que era él. Ese que me llamaba por las noches; siempre después de las doce, y con quien duraba tres y cuatro horas hablando. Con quien muchas veces discutí y lloré, pero que de una u otra manera siempre me hacía reír.

No podía creerlo. Aunque quería que fuese él quien me llamaba, no podía serlo. Era casi imposible.

Me dispuse a repetir la misma pregunta con la esperanza de aclarar la duda y acabar con la curiosidad pero aún con el deseo de encontrarme con la sorpresa de que se tratara de él quien hablaba desde el otro lado del teléfono.

Pasaron algunos segundos y yo aún seguía hundida en la duda y en la confusión.
¡Cómo deseaba que fuera él! ¡Cómo deseaba escuchar su voz!
Pero no, la realidad era más fuerte y pesada. No era él quien me hablaba. Esa voz no le pertenecía.

La tristeza y decepción me invadieron. Cuántas ganas de soltar una lágrima. Cuántas ganas de tenerlo cerca y abrazarlo fuerte. Cuántas ganas de no dejarlo ir.

Y entonces comprendí que lo había perdido para siempre.

sábado, 28 de julio de 2012

Desde abajo y hacia arriba

Evidentemente no he actuado de la mejor manera, ni he reflexionado lo suficiente sobre algunas cosas, pero encontré el punto de mi vida en el que una delicada y delgada línea se encarga de separarlo todo, haciéndolo ver más nítido.
Errar es de humanos y como humana soy experta errando. 
De un tiempo hacia acá empecé a ver el mundo con los ojos un poco más abiertos, pues entendí que de caminar con los ojos cerrados sólo lograría estrellarme. He querido dejar atrás etapas superadas de mi vida y seguir adelante, pero no había entendido que debía dejar de caminar en círculos, mientras que el mundo seguía caminando en direcciones opuestas dificultándome aún más el caminar.
Es hora de detenerme, frotarme los ojos con las manos, respirar y caminar. Es la única manera de aprender.
Seguir adelante implica dejar muchas cosas atrás, puesto que mientras más lejos quieras llegar, menor carga deberás llevar. Es hora de entender que no necesito que me enseñen, sino que necesito aprender. Necesito empezar a ver los errores por mi misma antes de cometerlos y a sentirme de mí, antes que de alguien más.
Soy minúscula ante un universo tan infinito, pero no por eso soy menos, tampoco lo es nadie más. El secreto está en sentirse capaz de ser tan grande como este.
El camino es largo, el tiempo es eterno y la vida siempre será tuya mientras tú desees seguir viviéndola.
Yo deseo vivir, hacer algo por mí y por mi vida. Me cansé de caminar en el mismo círculo, buscando con desesperación lo que toda mi vida he estado anhelando, sin querer entender que por más que busque en el mismo lugar, nunca cambiará lo que siempre ha habido en él.
Me cansé de fracasar por mi necedad y mis miedos. Me cansé de tropezar mil veces con la misma piedra sin aprender absolutamente nada. 
Fui ciega durante tanto tiempo que me cansé de que la oscuridad sea el único lugar en el que logro encontrar calma.
Hoy decido ser fuerte y buscar mi camino, ir sola en busca de algo mejor. Ya basta de tropiezos y lágrimas, si quiero reír debo luchar para encontrar mi felicidad muy lejos de aquí.

martes, 24 de julio de 2012

Sin alas vuelo, pero sin ti no puedo

Vuelos altos en el cielo y paseos maravillosos entre nubes, son inexplicables pero los disfruto cual mayor placer.

No le pongan precio al cielo, yo sólo quiero estar allí y saber que al volar siempre te encontraré a mi lado para alzar el vuelo.

Puede que le tema a la altura y tal vez a la caída, pero quédate conmigo y no me hagas pensar en eso. Hazme olvidarlo con un beso.

Quedémonos juntos en silencio admirando lo alto que podemos llegar. Hagamos nuestros cuerpos más livianos, olvidemos las preocupaciones y las dudas. Entendamos que sólo necesitamos una cosa para volar y no es más que nuestra mutua compañía. Sólo tú y yo agarrados de la mano, entrelazando nuestros dedos y suspirando tras cada beso.
Un simple sueño compartido desde lo más profundo de nuestros deseos.

Quédate conmigo y no me dejes caer. No me preocupa la caída, sino el no poder encontrarte al llegar al suelo. No dejemos de volar, ni de hacer el cielo nuestro universo. Tómame en tus brazos y con un beso prométeme que siempre estarás aquí.

jueves, 19 de julio de 2012

Encontrar tus besos en otros labios

Me encontraba allí, a mitad de un beso; tus besos... o eso era lo que sentía.

Confusión, nostalgia, tristeza, felicidad. No sabía qué era lo que en ese momento estaba gritando mi alma, pero me sentí viva y creo que eso fue lo que más me estremeció.
¿Cómo era que podía sentirte tan real, tan cerca, tan tú?
¡No eras tú! Ese es el problema...
No quería abrir los ojos, ¡no podía! No sé si por miedo o por no querer darle fin a esto que sentía.
Como si fuera una película, todos los recuerdos que tenía a tu lado aparecieron en mi mente. Los sentimientos, las sensaciones, ¡todo cobró vida!
Te encontré entre cada suspiro, entre cada respiración, entre cada pausa.
¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Te estaba besando desde lo más profundo de mi ser, en otros labios. Me repetía una y otra vez que no eras tú, pero no quería dejar de hacerlo. Te estaba amando infinitamente.
Una vez más me sentía inhibida por tu esencia.
Empezaba a sentirme terrible por esta sensación. No podía estar besándote, simplemente porque no eras tú quien estaba allí entregándome sus minutos.
Aún con los ojos cerrados dejé caer una lágrima. Caminó por mi mejilla y fragilmente rozó mi boca. Fue entonces cuando abrí los ojos e inmediatamente vi la mirada de aquel que se encontraba besándome; amándome a mí, mientras yo te amaba a ti equivocadamente.
Me destrocé. No te tenía y me encontraba llorando sin razón frente a la persona que había abierto su corazón para mí.
En el instante en el que me detuve y separé mis labios de los suyos fue un golpe seco que me trajo devuelta a la realidad, dejándome con la sensación de tus besos en mi boca y con el alma estremecida por las ganas de volverte a amar.

martes, 10 de julio de 2012

El silencio es sólo otra palabra para mi dolor

Vivir de preguntas que jamás han tenido respuestas, de dudas que parecen no tener solución y de inmensos vacíos que son imposibles de llenar. Momentos que llevas contigo para intentar convencerte de que la vida puede ser mejor, recuerdos que te imploran que hagas algo a su favor. 
Cuando has estado toda tu vida viviendo por los demás, sencillamente olvidas lo que es vivir. Arrastras la vida porque crees que eso es lo correcto, porque no te queda otra forma de llenar tus días. Las escasas sonrisas multiplican las lágrimas, dejándote más tiempo para llorar que para sonreír. Los días son iguales, los meses son rutina, los años son tortura.
El dolor se hace más fuerte, las heridas más profundas, las palabras no son suficientes, mientras que los pensamientos abundan, pero todo se hace efímero.
Cada día parece ser más lento y a escondidas tu vida se desgasta en vano.
Te cansas de estar en todo momento para los demás, te cansas de escuchar y de sólo hablar para ayudar, mientras que por las noches te atormenta la idea de que tus propios problemas te ahogan, pero tú callas, finges y sigues adelante, sacando fuerzas de donde no las hay para seguir arrastrándolos contigo. Cargas tu cruz y la de los demás pero nunca nadie se ha ofrecido, aunque sea, a sostener la tuya. Es cuando comienzas a hartarte y consideras simplemente soltar todo y dejarlo ir. Abandonar a las personas, abandonarte a ti, abandonar la vida. Pero entiendes que te encuentras en el fondo y que más bajo no puedes caer. Si de alguna forma quieres salvarte, lo único que queda es subir. Te das cuenta de que has gastado tus fuerzas por otras personas que ahora se encuentran por encima de ti, personas que si quiera pensarían en mirar hacia abajo para ofrecerte una mano.
¿Cuántas veces guardaste silencio y tragaste grueso para no gritar? ¿Cuántas lágrimas derramaste en la oscuridad? ¿Cuántas noches pasaste en vela pensando en tus problemas mientras todos dormían? ¿Cuánto hiciste por alguien que jamás agradeció? ¿Y cuánto tiempo más dejarás que el mundo te pase por encima, te pise y tu simplemente sigas mordiéndote la lengua, respirando fuerte y sacudiendo el sucio de tus rodillas con tus manos mientras intentas ponerte de pie nuevamente para seguir adelante con un paso lento? ¿Cuántas sonrisas más seguirás fingiendo?
Sabes que no tienes una vida; llevas una monotonía pegada a tus días.

Estar vivo no es tener una vida, tener una vida no es vivir y vivir no es estar vivo.

       Silence_by_frankielovesmcr-d4r2fv2_large

martes, 26 de junio de 2012

PASIÓN

Alguien que no comparte tu pasión, jamás la entenderá. Es por eso que cada vez que luches o te dediques a ella siempre serás un loco frente a los ojos de los demás, cuando realmente esa locura es la que te hace sentir pasión y te recuerda día a día que tienes una razón para vivir.
La locura nos impulsa a hacer cosas que muchas veces no seríamos capaces de hacer, nos toma de la mano, nos lleva a recorrer la ciudad hasta encontrar lo que buscamos y nos sonríe para recordarnos que podemos ser felices.
Los apasionados siempre seremos incomprendidos, mientras que aquellos que carecen de una pasión desperdician su vida criticando a quienes luchan por lo que realmente aman.

Si tener una pasión es estar loco, amo ser una loca apasionada.
Busca tu pasión y hazla tu locura.

523241_158811764244921_100003482963334_200136_1306311107_n_large

martes, 12 de junio de 2012

Citando nuestras conversaciones

Sé que nuestra historia se acabará.

Nuestra historia no acaba hasta que alguno de nosotros muera, mientras tanto, todavía queda historia que escribir.

Pero no quiero dejar de caminar a tu lado.

Tal vez nuestros caminos nos separen pero el cielo seguirá siendo el mismo y no cambiará su lugar. Si nuestros caminos en un futuro no nos unen, aún nos queda nuestro cielo para volver a encontrarnos.

Sin ti ya no puedo volar.

Mientras tú me sigas queriendo y yo te siga queriendo, jamás dejaremos de volar.

sábado, 9 de junio de 2012

Ese maldito miedo a la soledad

Esa terrible pesadilla en la que despierto a media noche en una cama vacía, me levanto con un momiviento brusco y camino silenciosamente por un oscuro y largo pasillo, hasta llegar a un espejo en el que se refleja mi rostro, lleno de las marcas que me ha dejado el paso de la vida; recordándome que los años han pasado en vano y sigo sola, infeliz, vacía.
Ese frío que siento en mi piel al ver personas caminar junto a mí, sin cruzar su mirada con la mía. Un paso desinteresado.
Sigo con mi caminata solitaria mientras veo cómo cae la noche y se me nubla el recuerdo.
Hace tanto que no siento la calidez de un abrazo. Un anhelo que se torna eterno. Sonrisas fingidas y forzadas maquillando aquellas lágrimas privadas de libertad, aquellas lágrimas que poseen todas las palabras que callo, los sentimientos que guardo y los miedos que escondo.
Esta pesadilla de la que no logro despertar parece ser mi vida, parecer ser el destino que me aguarda.
Correr no es suficiente pues siempre parece ser más ágil y yo sólo termino cansada, abatida, sin ganas de seguir luchando. Y empiezo a resignarme, empiezo a comprender que tal vez esto es lo que la vida tiene para mí, o es lo que me queda después de todo lo que he dejado ir.
No queda más que acostumbrarme al sonido que hace el viento en la distancia y a no encontrar otros pasos que no sean los míos, que se hacen cada vez más lentos.
Las razones para respirar se dispersan en el aire y desaparecen. Parece que la vida ha perdido su sentido y las sonrisas su valor. Las lágrimas se han vuelto más saladas y las noches han cambiado de color.
Nadie entenderá jamás el triste vacío que se siente al mirar la luna, imaginar que es la única que te entiende pero aún así se encuentra lejos, a kilómetros de distancia y sigues solo, dejando caer lágrimas que nadie ve.
El temor de no tener un testigo de mi vida y de cada paso que doy al recorrerla. ¿Para qué caminar si nadie me acompaña? ¿Para qué llegar a la meta si nadie lo celebra? ¿Para qué seguir soñando si nadie le regala la realidad a una ilusión?
Vivo con el mismo miedo de no poder ser y no poder estar. El miedo de no encontrar el sentido que siempre he de buscar.
Vivo aterrorizada de dedicar banalmente mi vida en llenar un libro de lágrimas y suspiros en vez de llenarlo de palabras y sonrisas.
Suelo apretar fuertemente mis ojos con la esperanza de sentir unos brazos que salen de la nada y me cubren en silencio, pero no siento nada y no me queda más que abrirlos despacio, con dolor, con la resignación de ver mi mirada y encontrar en ella rastros de tristeza y de un fuerte deseo de entregarle parte de mi ser, de mis días y del mismísimo aire que respiro, a alguien más.
El miedo parece consumirme y me va deteniendo lentamente, abandonando toda ilusión, toda esperanza.
Las velas se apagan mientras se consumen, así como mis ganas, así como mi vida, así como yo.