viernes, 5 de octubre de 2012

Amor carnal

Me harta esconder tras mis labios en medio de un beso la necesidad de que esos besos sean los tuyos. Tu ritmo, tu sabor.
¡Tú sí que sabías cómo estremecerme con tan solo un beso! Pequeños y delicados cuando lo necesitaba, así como habían extensos e intensos que muchas veces deseaba. ¡Vaya momentos!
Tras buscar tu esencia en otras bocas entendí que no importa cuántos labios bese, ninguno me besará como lo hacías tú.
Me fatiga escarbar pieles ajenas esperando encontrar un rastro de tus pecas y tu olor.
Me duele entender que no sólo te fuiste, sino que esta vez no corrí hasta ti para detenerte.
Tal vez hayas encontrado mejores besos, pero nunca encontrarás a alguien que ame tanto tu instinto de amante carnal, así como lo amo yo.