Lluvia.

Él estaba allí, sentado bajo la lluvia, sin lugar a donde ir, esperando que la lluvia se llevara su tristeza y ahogara sus pensamientos.

“¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué pretendo encontrar?” Eran las preguntas que se hacía y aunque bien sabiendo que la única respuesta era ella, él seguía preguntándose a dónde debía llegar. El tiempo no era suficiente, otros labios tampoco lo eran; él sabía que nunca habría otra como ella. Su ropa mojada no lo hacía sentir mejor, el frío le recordaba que no tenía su calor. Cada gota le hacía sentir dolor por recordarle que jamás tendría su amor.

Martes, 26 de Febrero 2011.

Tú.

Tú que llegaste por casualidad y te quedaste en mi esencia sin motivos. Tú que divagas en mi mente aún sin saberlo, haciéndome romper mi propia cordura.
Tú que vives tan tranquilo, con tus sueños y tus metas, mientras te conviertes en insomnio para mis deseos. Conviertes realidad en fantasía y le das vida a las sensaciones más ocultas de mi alma. Revives lo olvidado y despolvas mi ilusión entre sonrisas.
¿Cómo es que no lo notas? ¿Cómo es que no notas mis nervios al tenerte cerca o lo callada que me torno al verte a los ojos? ¿Cómo es que ignoras lo mucho que ansío hablarte y las tantas veces que me cohíbo de saludarte por miedo a incomodarte? ¿Cómo es que conviertes mi valor en tanta ingenuidad y timidez? ¿Cómo es que pones mi mundo de cabeza sin siquiera mover un dedo?

Derrumbas mis sentidos con tan sólo una mirada y me construyes ilusiones sin esfuerzo alguno.

Dime, ¿cómo hago para seguir escondiéndote esto que creas en mí?

Una vez escribí: "Para ti soy como el aire, estoy allí aunque no me veas" y sí, para ti soy invisible. Paso desapercibida ante tus ojos pero sigo aquí y dudo mucho que me vaya. Si algún día te sientes solo, cierra los ojos, respira y siénteme. El aire que te roza son mis ganas de ser quién te abraza.

La palabra "sentir" después de conocerte tomó otro significado.
Sentir sin conocer, sentir sin ver, sentir sin tocar y mucho más aún, sentir en silencio. Si hay algo que pueda entregarte es mi sentir, ese sentir que sin sentido crea sentimientos pero por sobre todo, siente aún sin sentirte a ti.

Tú me llenas de ilusión, de esperanza, de timidez, de confusión y hasta de miedo. Porque aún sin tenerte ya tengo miedo de perderte.

Sueño con ser quién te regale las razones para sonreír a toda hora porque me encanta como brillas cada vez que en tu rostro se dibuja una sonrisa.

Me gusta construir fantasías que probablemente nunca serán más que eso.
Me dedico ha crear un momento sólo para nosotros en el que el mundo deje de girar y el silencio se vuelva melodía al ver tus ojos.

Dime, ¿por qué me siento tan mínima cuando se trata de ti? ¿Por qué te siento tan inalcanzable?
Muchas veces imagino un simple beso tuyo y me siento tan pequeña, tan insignificante que llego creer que las posibilidades de rozar tus labios son de una en un millón, porque para mí, tú eres uno en un millón.

Si existe alguna respuesta a mis preguntas espero algún día descubrirla al mirarte fijamente y confesarte todo lo que escondo.

Dos frases.

Hoy mientras me hundía entre mis pensamientos, enfrentándome una vez más ante mis problemas, dos personas llegaron a mí con frases que me hicieron reflexionar.

La primera frase que escuché fue: "¿Qué pasa, Giovanna? Todo te está saliendo mal." Sí, es cierto. ¿Qué es lo que estoy haciendo mal para que la vida me esté dando tantos golpees? ¿En qué estoy fallando?

Luego estremecieron mi ser con una frase que nunca creí que podría ser tan cierta refiriéndose a mí. Entonces escuché: "Tienes miedo." Allí fue cuando entendí y acepté algo a lo que toda mi vida me había estado negando a sentir... Miedo.

Comencé a preguntarme qué es lo que tanto miedo me da y no pude evitar darme cuenta de que estoy hundida en miedo. Vivo con miedo. ¡TENGO MIEDO!

Tengo miedo de estar sola y de ver a las pocas personas que tengo cerca, alejándose de mí.
Tengo miedo de seguir perdiendo lo que tengo, como ya me ha pasado tantas veces.
Tengo miedo de querer y desilusionarme.
Tengo miedo de querer y fallar.
Tengo miedo de no ser suficiente.
Tengo miedo de caer y no tener la fuerza para levantarme.
Tengo miedo de herir a alguien que quiero.
Tengo miedo que las cosas sigan saliendo mal y no encuentre la manera de mejorar.
Tengo miedo de quedarme vacía.
Tengo miedo de no encontrar lo que quiero.
Tengo miedo de no conseguir el futuro con el que he soñado toda mi vida.
Tengo miedo de perderme entre mis errores.
Tengo miedo de estancarme.
Tengo miedo de avanzar.

No puedo seguir así. Vivo con miedo hasta de vivir...

¿A dónde se fue mi fuerza y mi independencia? ¿Dónde quedó mi valentía? ¿Dónde dejé mis ganas y mis motivos? ¿Dónde fue que me perdí a mí misma?
Quiero volver a ser aquella que nada la vencía, aquella que seguía luchando aún estando derrotada. Quiero volver a ser esa que respiraba y sentía el aire siempre era cada vez mejor. Quiero volver a sentir que todo lo podía. Quiero encontrar la confianza que tenía de mí misma. Quiero encontrar mi orgullo, mi valor y mi esperanza. Quiero encontrarme de nuevo.

¿Resignación o aceptación?

Necesito olvidarte lo más pronto posible.
Necesito borrar tus recuerdos.
Necesito salir adelante y poner mi frente en alto.
Necesito dejar de llorar y de mojar con lágrimas la almohada en la que he de dormir.
Necesito conseguir un nuevo camino que me lleve lejos de ti.
Necesito aceptar que el pasado no volverá y aunque pudiese volver, caer en lo mismo no es lo más sano.
Necesito entender que se acabó, que la luna no siempre brillará para los dos.
Las estrellas también se cansan de verme llorar y susurran que seguir así no me llevará a ningún lugar.
¿Qué mejor ejemplo que tú para darme a ver que la vida continúa? Si seguiste adelante sin mí, también puedo hacerlo yo. Olvidarte será lo mejor.
Entiendo que siempre serás el primero pero no serás el único. La vida es larga y tú sólo eres parte del comienzo. No romperé fotos, no borraré los recuerdos, sólo los dejaré a un lado. Darle espacio a mi futuro para que pueda pasar y me haga olvidar las razones que tanto me hacen lloran.
Gracias por lo bueno y por lo malo. Gracias por estar y ya no estar. Gracias por existir y desaparecer. Gracias por encontrarme y dejarme libre. Gracias por aceptarme y hacerme crecer. Entre otras muchas cosas que podría agradecer.

No importa lo que diga, yo siempre te amaré pero el pasado ya no debe volver.

Decidí

Decidí olvidar tus besos.
Decidí olvidar tus fotos.
Decidí olvidar tu mirada.
Decidí olvidar nuestras peleas.
Decidí olvidar esas canciones que me hacían pensar en ti.
Decidí olvidar tu nombre.
Decidí olvidar las tardes a tu lado.
Decidí olvidar las risas.
Decidí olvidar las lágrimas.
Decidí olvidar nuestras largas conversaciones de madrugada.
Decidí olvidar la primera vez que vi las estrellas a tu lado.
Decidí olvidar las tantas veces que bailamos.
Decidí olvidar las veces que dormí a tu lado.
Decidí olvidar los muchos besos que te di mientras dormías.
Decidí olvidar el calor de tu pecho.
Decidí olvidar nuestros regaños mutuos por tonterías.
Decidí olvidar los sueños en los que estabas tú.
Decidí olvidar lo bien que me sentía a tu lado.
Decidí olvidar lo mucho que te amo.
Decidí olvidar nuestra historia.
Decidí olvidarte a ti.

Pero fallé.

Cadáver exquisito

Tú, desde aquel día.
Marcaste mi vida con sonrisas vacías,
llenaste con suspiros esperanzas sin sentido.
Te encargaste de robarle sueños a mi almohada,
abandonando cada parte de mi alma.
Decidí entregarte esos poemas reservados en las paredes de mi corazón
que por tanto tiempo callé por el miedo de no saber a donde los llevarías.
Un día encontré a mi amor gritándolos a tu oido, entonces supe que era demasiado tarde. Me había enamorado.
Mucho lo negué y ya no me queda otra que aceptarlo. De ti me he enamorado.

Sí, enamorada como Julieta de Romeo, como el amor que me inventé de niña. Sin saber que algún día te irías.
Los sueños han desaparecido pero el deseo sigue vivo. Mantengo el recuerdo entre mis labios para no aceptar que te he perdido
y con las huellas de tus besos se consuelan mis labios y con el roce de tu olvido se humedecen mis ojos. Aprieto mis manos al recordar que alguna vez sostuve las tuyas, me suda la nostalgia con cada lágrima que se desliza en mis mejillas.
Me llueven los recuerdos y te veo en el espejo cuando suelo mirar mi alma,
ella me recuerda mis errores pero el destino me susurra que debo continuar. Yo confundida entre si seguir o parar, olvido lo que es importante de verdad.
Mientras congelo mi mirada en lo que fuimos, olvido cuando tiempo he perdido sin ti.
Deseo devolver el tiempo y mirarte a los ojos, besarte con ganas y decirte lo mucho que me has hecho falta.
Deseo poder encontrarnos como solíamos ser pero la vida es un juego sucio, donde el tiempo suele hacernos trampa
y debemos luchar por no dejar perdernos entre la nada
por existirnos y desaparecernos. O alejarnos y olvidarnos,
pero debemos luchar.

Vivo improvisando

Una vez dije que si la vida fuese un género musical, el mío sería el rap.

Desde pequeña me gusta planear muy bien mis cosas, lo que voy a hacer y hasta mi futuro pero siempre termino haciendo todo lo contrario o improvisando a la hora de hacer lo que debo.

Siempre he dicho que lo mío es "el momento", se piensa en "el momento", se hace "el momento", se vive "el momento", se decide en "el momento", se siente "el momento". La vida es un momento.

Al nacer, la vida nos entrega un libro totalmente en blanco, no para escribir todo lo que deseas o lo que esperas vivir sino para ir escribiendo paso a paso lo que vives. Si cometes el error de adelantar las páginas y escribir sin haberlo vivido, corres el riego de que las páginas no sean suficientes, de tener que tachar o hasta llegar a arrancar páginas dañando algunas que ya habías vivido.

Creo que lo mejor de vivir improvisando es llevar una vida llena de sorpresas y espontaneidad. Nunca sabes que sucederá, lo cual te hace más fuerte, debido a que con el tiempo aprendes a estar preparado en todo momento para cualquier sorpresa que te da la vida y a defenderte ante estos mismo sucesos.

A veces siento que soy yo quién sorprende a la vida con mis reacciones y mi manera de reaccionar ante las sorpresas. Pienso que mi mismo estilo de vida me ha hecho madurar mucho y me ha enseñado que la vida por ser una sola tienes que vivirla al máximo y esperar todo de ella, porque tal vez no justo ahora pero en cualquier momento, todo puede cambiar.

Te veías tan feliz...

Extrañaba esa sonrisa tuya. Alegre, inocente, clara, totalmente sincera.

Tu felicidad era la mía, hasta que nos alejamos y tuve que aprender a verte feliz... lejos de mí.

Hoy mientras caminaba por la calle escondiendo una vez más mis sentimientos entre falsas sonrisas, desvío mi mirada y te veo, al instante cambió mi expresión y desapareció la sonrisa. Ya ni siquiera puedo verte sin sentir dolor. Como si no fuese suficiente, de la nada te veo sonreír y correr como jamás te había visto hacerlo. Corrías hacia una chica y te vi abrazarla con tanto cariño y alegría que mi mente sólo dio para pensar que debía apurar mi paso y dejar de observar. Entré al local al que me dirigía antes de verte y mi mejor amigo, quién me acompañaba en ese momento me dijo: "Tranquila, podemos quedarnos aquí todo lo que quieras." ¿Tan obvia soy? Ahora entiendo que lo que estoy sintiendo no es tan superficial o pasajero como para lograr taparlo con una simple sonrisa. Él sabía lo que yo había visto y entendía que me estaba rompiendo en pedacitos mientras fingía no haber visto nada. Pensé que entrar y salir del local sería tiempo suficiente como para que al salir tú ya no estuvieses allí pero ni siquiera me dio tiempo de salir cuando te vi cruzar la calle tomado de la mano con esta chica.

¿Qué tan fuerte puedo ser? ¿Qué tanto puedo seguir tragándome lo que siento?
Una ola de sentimientos se mezclaron entre mi mente y mi corazón. Sentí tristeza e impotencia por darme cuenta de que ya no soy nada en tu vida y que no me necesitas, sentí celos por no ser yo quién caminaba a tu lado tomando tu mano. También sentí nostalgia al recordar las muchas veces que te esperaba en la puerta de tu liceo y caminábamos tomados de mano hasta tu casa. Sentí que yo ya no volvería a ser esa que es feliz estando a tu lado. De alguna forma llegué a pensar "Por lo menos está feliz..."
No me quedó más que romper en llanto, creo que era necesario. Mi mejor amigo me abrazó muy fuerte y salimos del local. Contuve las lágrimas hasta llegar a su casa y volví a romper en llanto mientras me atragantaba de helado. Ya no sé ni cuanto tiempo estuve llorando, pero sé que fue tanto que me quedé dormida en sus piernas. Si no fuese por él aún estuviese en ese local negándome a verte continuar tu vida sin mí.

No quiero que tu felicidad deje de ser la mía y mientras tu estés bien, aún si es sin mí, yo haré lo posible por también estar bien. Después de todo la vida sigue pero tu siempre seguirás siendo parte de mi vida.
Hoy, mañana y siempre...

Perdona, olvida, ama y sonríe, así es la vida.

La vida definitivamente no trae instrucciones. 

No me culpo por haber intentado tantas veces y la mayoría de ellas haber fallado. Quizás de eso se trate la vida, de errar... 

No pedí tener ésta vida ni mucho menos ser quién soy, pero acepto que a pesar de lo malo nunca cambiaría mi vida. 

Es posible que no haya sido la mejor persona, la mejor amiga, la mejor novia e incluso la mejor hija, pero reconozco que intento serlo, muchas veces obteniendo fallos resultados.

La felicidad, desafortunada o afortunadamente fácil vine y fácil se va, la tristeza es lamentable, pero perdura en los corazones dejando marcas difíciles de borrar. Mi corazón tal vez tenga miles de grietitas de las cuales por mucho que duelan me enorgullecen ya que son recuerdos, caídas, logros y fallos que obtuve a lo largo de mi vida. Me enorgullezco; no de fallar si no de haber surgido, no de errar si no de reconocer mis errores. Lo mejor de equivocarse es saber recuperarse y aprender de nuestras debilidades, porque aceptémoslo, todos las tenemos.

No ser 'perfectos', como muchos solemos llamar lo que nos gustaría alcanzar, a veces no sólo nos lástima a nosotros mismos sino a quienes nos rodean. Sin darnos cuenta dejamos pasar lo importante, ignoramos lo realmente valioso y cuando vemos que ya no está, aceptamos que fallamos y que quizás nunca debimos haber dejado de lado aquello que tanto significa para nosotros.

Personalmente reconozco que no he actuado bien, ni conmigo misma ni con personas importantes en mi vida. Las cuales hoy en día ya no están. Es fácil criticar y catalogar los errores de otros, difícil auto-evaluarnos y reconocer los muchos errores que hemos cometido, estando dispuestos a pedir una disculpa y a querer empezar desde cero.

Entiendo lo complejo que puede llegar a ser perdonar y olvidar, pero he aprendido que en la vida no hay que guardar rencór, empezando porque NO somos perfectos y afortunadamente NUNCA lo seremos. 

La vida no tendría ningún tipo de sentido si al nacer nos entregaran un manual y nos dijeran "Toma, acá tienes. Sólo debes leer y seguir cada paso perfectamente".

Si lo piensas bien, desde niños nos equivocamos, caemos, nos frustramos, pero nunca nos rendimos y gracias a ellos hoy somos lo que somos. ¿Imaginas lo molesto y desesperante que puede ser para un bebé querer caminar, llenarse de fuerzas para ponerse de pie y al levantarse, caerse? Pero no deja de intentarlo y poco a poco logramos nuestro objetivo. A veces sólo necesitamos de una mano amiga que nos brinde el apoyo, nos guíe y nos aliente.

Y así es la vida, esa una pequeña muestra de aquellos esfuerzos que hacemos y que muchas veces dejamos a la mitad sólo por verlos como difíciles o imposibles. Les aseguro que en esta vida NADA es imposible, con esfuerzo e interés todo se logra.

Todos esperamos tantas cosas de los demás que muchas veces debido a eso nos decepcionamos, ¿pero alguna vez has pensado que así como nosotros esperamos de los demás, hay un mundo allá afuera esperando de nosotros? Antes de sentarte y disponerte a criticar a los demás, piensa en tí y en lo que en la vida te espera. Hay aun largo camino frente a nosotros, mantén la frente en alto, camina y disfruta del paisaje, aún habiendo una tormenta son momentos en tu vida que jamás olvidarás, además recuerda que siempre el sol volverá a salir.

Aprendamos a vivir y a dejar vivir, sólo el hecho de poder respirar es un gran logro, valorémoslo.

Hoy entendí...

Después de años de conocer a alguien y llegar a formar una relación cercana con esa persona sabes que dejará un recuerdo permanente en tu vida que siempre te acompañará.

Amar, en definitiva, no es sencillo. No por ser difícil de expresar o sentir, sino por lo complejo de mantener el sentimiento y no cometer actos que debiliten el mismo.
Una vez amé pero nunca supe que lo hacía hasta que empecé a perder la cercanía que tenía con la persona que amaba sin saberlo. Él, me amaba y sé que fui tonta al no haberlo valorarlo. Ambos soportamos nuestros mayores defectos, nuestras lágrimas, nuestros gritos y molestias; nos habíamos convertido en una total dependencia uno del otro.

Dicen que un clavo no saca otro clavo y yo después de todo lo que pasé con él, lo confirmé. Es lo peor que puedes hacer.
Él ha sido la mayor experiencia que he vivido, con él aprendí lo que nunca nadie me había enseñado. Nunca me dijeron que amar traía tantas consecuencias y responsabilidades, pero lo aprendí.
Las mentiras, los engaños, la desconfianza y las terceras personas que siempre están presentes en las relaciones con la intención de dañarlas siempre son los principales obstáculos que crean la distancia en las relaciones hasta que estas pierden su objetivo y las fuerzas para seguir luchando por él.

Cuando amas verdaderamente a alguien no importa el tiempo que pasen juntos o separados, no importan las peleas o los engaños, siempre permanecerá en tu corazón y apesar de que decidan continuar con sus vidas y dejar la relación atrás sabes que sigues sintiendo muy en el fondo aunque sea un poquito de lo que algún día aseguraste sentir por dicha persona.

Ser amigo de tu ex pareja es sólo un intento forzado de ser maduro e inconscientemente, una manera de permanecer junto a ella para no sentirte peor de lo que te sientes por haber terminado su relación. Lo niegas desde un principio y dices que son sólo amigos pero sabes que te rompe el corazón y te tiemblan las piernas al estar a su lado porque realmente sientes amor por esa persona.
Con el tiempo empiezas a acostumbrarte (o a resignarte) a la idea de ser amigos y en el momento que estás más seguro de que eres fuerte y que ya has superado todo el pasado de tu relación, te enteras de que esa persona ya tiene alguien más a quién amar y te preguntas, ¿dónde quedé yo? Recuerdas cada uno de los momentos que viviste a su lado y se te cae el mundo encima sólo de imaginar que todos los momentos hermosos que pasaste a su lado ahora sólo son pasado y él está dispuesto a compartir más de esos momentos con alguien más, que obviamente, no eres tú.
Sientes que podrías hacer una película con todos los recuerdos que guardas en tu mente y que en ese instante, lo darías todo por revivir aunque sea un segundo. Recuerdas las peleas y todo el tiempo que desperdiciaron entre sus problemas y anhelas devolver el tiempo y detener las peleas sólo para mirarlo a los ojos, decirle que lo amas y que no quieres perderlo jamás. Vuelves a la realidad y entiendes que no puedes hacer nada, que debes continuar con tu vida y entender que tal vez no pudiste dar todo lo que la otra esperaba o necesitaba y que probablemente encontró a alguien que sí sabrá dárselo y hacerlo feliz.

Todos alguna vez encontramos a alguien, sólo se trata de ser fuertes, pacientes y poder dejar atrás lo que sabes que ya no volverá.