miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lluvia.

Él estaba allí, sentado bajo la lluvia, sin lugar a donde ir, esperando que la lluvia se llevara su tristeza y ahogara sus pensamientos.
“¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué pretendo encontrar?” Eran las preguntas que se hacía y aunque bien sabiendo que la única respuesta era ella, él seguía preguntándose a dónde debía llegar. El tiempo no era suficiente, otros labios tampoco lo eran; él sabía que nunca habría otra como ella. Su ropa mojada no lo hacía sentir mejor, el frío le recordaba que no tenía su calor. Cada gota le hacía sentir dolor por recordarle que jamás tendría su amor.
Martes, 26 de Febrero 2011.

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