martes, 1 de noviembre de 2011

Hoy entendí...

Después de años de conocer a alguien y llegar a formar una relación cercana con esa persona sabes que dejará un recuerdo permanente en tu vida que siempre te acompañará.

Amar, en definitiva, no es sencillo. No por ser difícil de expresar o sentir, sino por lo complejo de mantener el sentimiento y no cometer actos que debiliten el mismo.
Una vez amé pero nunca supe que lo hacía hasta que empecé a perder la cercanía que tenía con la persona que amaba sin saberlo. Él, me amaba y sé que fui tonta al no haberlo valorarlo. Ambos soportamos nuestros mayores defectos, nuestras lágrimas, nuestros gritos y molestias; nos habíamos convertido en una total dependencia uno del otro.

Dicen que un clavo no saca otro clavo y yo después de todo lo que pasé con él, lo confirmé. Es lo peor que puedes hacer.
Él ha sido la mayor experiencia que he vivido, con él aprendí lo que nunca nadie me había enseñado. Nunca me dijeron que amar traía tantas consecuencias y responsabilidades, pero lo aprendí.
Las mentiras, los engaños, la desconfianza y las terceras personas que siempre están presentes en las relaciones con la intención de dañarlas siempre son los principales obstáculos que crean la distancia en las relaciones hasta que estas pierden su objetivo y las fuerzas para seguir luchando por él.

Cuando amas verdaderamente a alguien no importa el tiempo que pasen juntos o separados, no importan las peleas o los engaños, siempre permanecerá en tu corazón y apesar de que decidan continuar con sus vidas y dejar la relación atrás sabes que sigues sintiendo muy en el fondo aunque sea un poquito de lo que algún día aseguraste sentir por dicha persona.

Ser amigo de tu ex pareja es sólo un intento forzado de ser maduro e inconscientemente, una manera de permanecer junto a ella para no sentirte peor de lo que te sientes por haber terminado su relación. Lo niegas desde un principio y dices que son sólo amigos pero sabes que te rompe el corazón y te tiemblan las piernas al estar a su lado porque realmente sientes amor por esa persona.
Con el tiempo empiezas a acostumbrarte (o a resignarte) a la idea de ser amigos y en el momento que estás más seguro de que eres fuerte y que ya has superado todo el pasado de tu relación, te enteras de que esa persona ya tiene alguien más a quién amar y te preguntas, ¿dónde quedé yo? Recuerdas cada uno de los momentos que viviste a su lado y se te cae el mundo encima sólo de imaginar que todos los momentos hermosos que pasaste a su lado ahora sólo son pasado y él está dispuesto a compartir más de esos momentos con alguien más, que obviamente, no eres tú.
Sientes que podrías hacer una película con todos los recuerdos que guardas en tu mente y que en ese instante, lo darías todo por revivir aunque sea un segundo. Recuerdas las peleas y todo el tiempo que desperdiciaron entre sus problemas y anhelas devolver el tiempo y detener las peleas sólo para mirarlo a los ojos, decirle que lo amas y que no quieres perderlo jamás. Vuelves a la realidad y entiendes que no puedes hacer nada, que debes continuar con tu vida y entender que tal vez no pudiste dar todo lo que la otra esperaba o necesitaba y que probablemente encontró a alguien que sí sabrá dárselo y hacerlo feliz.

Todos alguna vez encontramos a alguien, sólo se trata de ser fuertes, pacientes y poder dejar atrás lo que sabes que ya no volverá.

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