domingo, 30 de diciembre de 2012

Seré

Esta vez se trata de tomar el destino por una mano y llevarlo hasta donde quiero llegar, por primera vez no lo dejaré actuar. Pondré en marcha mis pasos e idearé un plan. Hoy tengo como propósito irte a conquistar.
Esta vez seré yo quien dé el primer paso y si es necesario los siguientes 100.
Seré yo quien te invite un café y te hable del tiempo. Seré quien haga de ese un buen momento.
Seré yo quien escriba poemas que disuelvan tus penas.
Seré quien te robe sonrisas con un millón de tonterías.
Seré quien acompañe tus insomnios con algunas palabras, llenaré tus silencios y estaré atenta a tu voz.
Colmaré tus mejillas de besos y te haré saber que sin importar la adversidad del tiempo seguiré ahí dándote lo mejor de mí.
Seré quien te haga feliz.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Un amor escondido en la ciudad

¿Quién habría de creer que te encontraría tan cerca de mí?
Recorriendo las mismas calles que yo he de caminar y sin habernos topado en el pasado por una simple casualidad, llegaste a mi vida. 
No sé quién eres, ni cuál es tu pasado. Desconozco tanto de ti pero deseo tanto conocerte.
Eres como café que me calienta y como música que me sacude. Eres sencillo pero tan magnífico, así como un acorde. Eres eso que quiero para mí.
Encuentro entre tus letras cierta inocencia que me encanta y me hacen saber que un mundo se esconde tras de ti, tras tu sonrisa y tu mirada. Es un mundo en el que estoy dispuesta a adentrarme, recorrer cada camino y conocer cada rincón. 
Encajas a la perfección en mi rompecabezas y sin saberlo empiezas a formar parte de mí y hacerme mejor persona, porque sueño con ser suficiente para ti en algún momento, lo cual mantendré de forma constante hasta alcanzarlo, porque lo vales; o eso me haces sentir. 
No intento entender la razón por la que me estremeces, quiero creer que es cosa del destino o tal vez del amor. Tal vez pueda aprender a quererte y tal vez yo pueda hacerte quererme. Estoy dispuesta a conquistarte, de a poquito, sin muchas explicaciones, simplemente porque sí. Porque lo que siento es lo que siempre he querido sentir.
Sin conocerte siento necesidad de protegerte y hacerte sonreír, por lo que espero algún día ser la razón que se haga feliz.
Comprendo que es un terreno inestable y que de vez en cuando le daré rienda suelta a la ilusión pero descuida, yo sabré encontrar el equilibro para mantenerme firme hasta encontrarte.
Ahora sabes que en silencio alguien te piensa y te recuerda al ver cada noche las estrellas mientras susurra tu nombre al desear que te encuentres sonriendo ese preciso momento.